top of page
Buscar

el bendito "peso"

  • Foto del escritor: Camila
    Camila
  • 4 ene 2018
  • 3 Min. de lectura

Cuando yo era pequeña me fui un tiempo a estudiar fuera del país. Siempre había sido una niña “delgada”, pero por el motivo del viaje subí mucho de peso. Tanto que no se me veía el cuello. Mis papás muy cariñosamente me decían “barrilito”, y quiero decirles que gracias a ellos yo JAMÁS me sentí mal por estar gordita. Sin embargo sé perfectamente que está no es la historia de todas las niñas y peor aún de las mujeres. Quise empezar hablando de esto porque luego de mi participación en certámenes de belleza, este se volvió un tema frecuente y además incómodo.


Retomando el tema de mi niñez, debo decir que mi mamá siempre me incentivó a cuidarme y volver a bajar de peso, y aunque no me importaba que me molestaran en la escuela, un día decidí hacerlo, pero por mi, ¡Jamás para darle gusto a nadie!

Fue a mis doce años que tomé la decisión de hacer un deporte y me arriesgué a jugar basket, a pesar de que le temía a la pelota. Siempre he sigo mujer de retos, y en aquel entonces me propuse entrar en la selección de mi escuela y posteriormente en la selección de mi cantón y lo conseguí. Como estaba en pleno desarrollo crecí muchísimo, y además bajé bastante de peso, tanto así que luego decían que yo era anoréxica.

Quiero decirles a todas las madres y mujeres que leen esto que no se asusten, el peso es algo que si se puede controlar, todo es cuestión de educar y poner límites. Es delicioso comer y obligándote a dietas horribles o hablándole feo a tú hija no consigues nada. Como ya dije, lo mejor es educar ambas partes y entender que si hay que cambiar algo debe ser por salud, más no por “belleza”.


Como saben, estuve en concursos, y bueno, yo nunca me sentí gorda, hasta que un día la directora de un certamen muy prestigioso en el país me dijo que estaba obesa con mis 130 lbs. Realmente se me cayó el mundo, en mi cabeza no lograba entender cómo me podía decir gorda, si todo el mundo siempre había elogiado mi figura, y más aún mis curvas de manaba jajaja. Bueno... la cosa es que sí, tenía que bajar de peso y eso hice, pero al inicio lo hacía sin comprender. Una vez que estuve más metida en el mundo de los concursos entendí que son patrones que hay que seguir, y luego de escuchar que “mientras más te veas como enferma, mejor” entonces supe que tenía que bajar y bajar. Me sometí a dietas horribles, por un mes solo líquidos, acción que en la actualidad me pasa factura. Pero bueno, yo muy disciplinada baje 30 lbs. Como tengo cachetes y glúteos grandes tenía que hacerlo si o si. Y lo conseguí... Obviamente la gente no me reconocía, me veía muy bonita, con el prototipo de una “Miss”, pero luego empezó la otra parte: nunca estuve suficientemente flaca. Y bueno, para no alargar el cuento, luego de que ya terminó mi participación exitosa en China volví a Ecuador, había perdido más peso y luego de mucho estrés (tema que contaré después) quería unas vacaciones. Me fui a Manabí y viví algo totalmente opuesto, todo el mundo me preguntaba que si estaba enferma, preguntaban que me pasaba, que estaba muy flaca y que no se veía bien. Empecé a subir de peso por las delicias que preparan en mi tierra, y luego al volver a Guayaquil y tener un peso “más estable”, las personas del medio empezaron a decirme que estaba gorda. Así es que me encontraba en medio de una situación loca, por un lado me decían que suba y por otro que baje. No voy a negar que esto si me afectó, me veía al espejo y yo me sentía bien, pero la gente no dejaba de decir cosas y yo no sabía qué creer.

Finalmente me tome un tiempo para mi, pero fue un tiempo en el que si estuve un poco confundida. Decidí tomar lo que mi corazón decía, y esto era “aceptar el peso que sea con tal de que sintiera cómoda y feliz”. Sepan que nunca deje de comer, ni darme un gusto por todos esos comentarios. Obviamente durante mi “reinado” siempre me cuidé, pero no tuve ningún tipo de desorden alimenticio.

Hoy vuelvo a tener mis caderas, mis pompas, mi cuerpo de manaba (jajaja) aunque la gente espera ver a la mujer extra delgada que se fue a China. Y no, ahora no voy a tener un peso que no me haga feliz. Yo decidiré cómo quiero estar, y si algún rato bajo de más, es porque me hace feliz y es una decisión personal. Con esto quiero invitarlas a que se quieran, a que siempre busquen aceptarse y sentirse contentas con lo que son.


Camila


 
 
 

3 Comments


stefaniecantos24
Mar 15, 2018

Que bonito C.

Like

jennyja17
jennyja17
Jan 31, 2018

Saludos de otra chonera 😄 gracias por siempre dejar a nuestro lindo Chone en lo alto ya que siempre nombras a nuestro cantón y te sientes muy orgullosa de ser chonera estamos muy orgullosos de ti 😚 éxitos en tus proyectos mi estimada

Like

jennyja17
jennyja17
Jan 31, 2018

Que linda Camilita 😙 y es verdad siempre debemos aceptarlos y amarnos como somos respetar nuestra esencia eso nos hace auténticas

Like

Instagram: @camila_maranon

Únete a nuestra lista de correo

No te pierdas ninguna actualización

© 2023 por Secretos de Armario. Creado con Wix.com

bottom of page