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"A veces perdiendo, se gana"

  • Foto del escritor: Camila
    Camila
  • 24 feb 2018
  • 3 Min. de lectura


Cuantas veces nos equivocamos, cuantas veces creemos que ya no podemos, que lo que anhelamos es algo imposible... pero resulta que no, todo lo que deseas se puede cumplir!! Pero eso sí, requiere esfuerzo.

Bienvenidos a mi segunda publicación y muchísimas gracias por estar aquí. Hoy les quiero contar de una historia taaaan hablada, pero tan poco comentada por mi: Reina de Manabí. Y si, esto traerá después todo el cuento sobre mi experiencia en los concursos de belleza.


Quiera o no, siempre quedaré marcada por las coronas. Me refiero a que nunca podré borrar y menos olvidar esto que será parte de mi vida hasta que ya no esté. Es realmente un mundo apasionante, aprendes a disfrutarlo a pesar de las dificultades y esfuerzos que se presentan en el proceso.


En el 2013, luego de volver al país y cuando estaba establecida estudiando y empezando mi carrera universitaria, se aparece un día la noticia en la puerta de mi casa que me querían designar directamente como Reina de Chone. Ese era el sueño de mi vida, yo crecí admirando a todas las Reinas de mi cantón, y por supuesto algún día yo quería ser una también. Mi papá siempre dijo que él jamás me dejaría participar, pero si me designaban directamente aceptaría. Resulta que a él en primera instancia no le gustó mucho la idea, luego fue el más emocionado.

Luego de tantas dudas, de tantos miedos e incertidumbre por dejar todo lo que estaba empezando y que creía era lo que debía hacer en ese momento, hice una consulta de rigor a la familia para saber que pensaban. Obviamente mi mami siempre es la primera en apoyar los sueños, y pues aunque mi papi no estaba muy seguro, sabía que si me hacía feliz esa decisión, él la apoyaba. Mis hermanas estaban un poco confundidas, pero todos siempre apoyaron la idea. Finalmente dije que si, y fue lo mejor que me ha pasado en la vida.


Se que mucha gente cree que los concursos son banales y que todas somos fatuas, pero no es así. Esto va más allá (tema que hablaré después).

Cómo era la Reina de mi cantón, me tocó representarlos en el certamen provincial, y honestamente si no tuviera valor para luchar por mis sueños, entonces nunca más habría ido a otro concurso.


En este punto de mi vida no se si la experiencia fue buena o mala, pero la calificó como aprendizaje. Para contar todos los detalles de lo que pasé tendría que hacerles un video con mis mil muecas expresarles cada vivencia (queda pendiente). A lo que quería llegar es que luego de ser la máxima favorita (en el certamen provincial) por ganar las 3 competencias previas y por el apoyo del público, a no quedar en nada en la noche final de la elección, puede ser un golpe fatal. Pero yo, lo tome como lo que era: una experiencia.


Luego de eso te quedan muchas preguntas y claro que sí un mal sabor, pero estoy escribiendo este texto para decir que si te detienes, si no luchas, si no crees, no llegas. Esto no se trata de una simple corona, se trata de un sueño que no se cristalizó, y que por ese suceso pude haber dejado de intentar y quedar con el coraje o con la frustración de no “haber obtenido nada”. Esa vez no gané la corona, pero gané mucho más. Y siempre le diré a todas las chicas con las que trabajo: “a veces perdiendo, ganas más”. Así que atrévanse a ver las “derrotas” como experiencias significativas, porque después de esto el éxito puede estar a la vuelta de la esquina.

 
 
 

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Instagram: @camila_maranon

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